El signo de Piscis se corresponde
con la duodécima casa del Zodiaco, que representa la
meta última del individuo, la fusión del yo con el cosmos,
con lo eterno, con la inmensidad.La personalidad de
los nativos de Piscis es sin duda una de las más complejas
y más difíciles de definir. Su naturaleza es extremadamente
sensible, receptiva, emotiva, llegando en algunos casos
a la hipersensibilidad y al recelo. Son muv influenciables,
absorben todo tipo de impresiones con peligro de caer
en la confusión y en la desorganización. El sentido
práctico es casi nulo.
El humor es inconstante, y el comportamiento a veces
irracional, sobre todo en la vida cotidiana. Este aspecto
es compensado por una formidable intuición y receptividad,
que proporcionan al sujeto una visión global de la existencia,
a la vez rica en comprensión humana v misticismo. Opuesto
a Virgo, el signo de la menudencia, del detalle, del
particular, los Piscis se convierten en el signo de
la globalidad, de lo infinito, de lo ilimitado. Lo irracional
se asocia a la mediumnidad, al sueño, a la magia.
El peligro de una naturaleza tan compleja es caer en
el caos psicológico y en las irregularidades típicamente
de Neptuno (sobre todo si Neptuno se muestra muy conflictivo
en la carta natal). En este caso se dan individuos que
intentan construir su propia personalidad, porque no
son capaces de integrarse completamente en el mundo
que los rodea, manteniéndose durante toda su vida algo
infantiles, susceptibles, incoherentes, soñadores, muy
dados al lamento y a ser víctimas, con el miedo a asumir
sus propias responsabilidades. Si por el contrario,
Júpiter es el planeta más fuerte, este Piscis tiende
a ser más optimista, alegre, sensual, inclinado hacia
los placeres de la vida y amante de su propia comodidad,
que sabe defender a toda costa, si bien en silencio.
La personalidad, de todas formas, es casi siempre ambivalente,
aunque a menudo es introvertida y tiende a huir de la
realidad. Posee un gran espíritu de sacrificio y de
renuncia. Cuando la sensibilidad es capaz de encontrar
una forma positiva de expresión, se dan individuos muy
creativos, a menudo geniales, ya sea en el plano intelectual
o artístico.
Existencia inestable y a veces caótica, que debe protegerse
de sueños impotentes, de proyectos quiméricos, de esperanzas
utópicas y otros grandiosos edificios construidos sobre
la nada... aunque las "pescas milagrosas"
no queden excluidas de su juego. Su realización, de
orden moral y espiritual, no empieza a menudo más que
a partir de la aceptación del olvido de sí mismo, de
perderse, de sacrificarse, pero entonces conoce, a través
de la entrega, la fecundidad o la alegría.
La vida afectiva es fundamental para los Piscis. Amores
sublimes, platónicos o no, caracterizan su existencia,
sueño y realidad, romanticismo v sensualidad se entrelazan
constantemente en las experiencias amorosas del signo
que, también en este aspecto, vive su profundo anhelo
de lo absoluto, al darse a sí mismo a través del sacrificio. |