Regidos por Saturno, los nativos de este signo se caracterizan
por un frío desapego, que les confiere una gran capacidad
para evaluar racionalmente la realidad. Poco emotivos
en general, parapetados y siempre a la defensiva, están
animados por una profunda ambición, que los capacita
para realizar sus objetivos incluso a largo plazo. Dotados
de gran capacidad de concentración, indiferentes a los
éxitos de brillo fugaz, tienden a controlar con fría
racionalidad cualquier situación y a dominar sus emociones
con tal de alcanzar las metas que se fijaron. Si alcanzan
el éxito, se tratará seguramente de un éxito estable
y duradero, ya que ha sido logrado poco a poco, con
lucidez y mucho esfuerzo. Los obstáculos no los asustan,
incluso los estimulan a continuar, aunque sea lentamente
y, a veces, renqueando -como la cabra que tiene que
alcanzar la cima de la montaña-. Para estos individuos
todo es conquista, incluso a costa de grandes sacrificios
y renuncias.
Este tipo es un ser frío, edificándose su personalidad
en un movimiento de retraimiento sobre sí mismo y de
concentración que excluye toda exteriorización. Este
ser "frío" es, a la vez, introversión e inemotividad,
real o aparente (el "apasionado frío"), lo
que le asegura el dominio sobre sí mismo. Es, también,
un ser lento: paciencia, perseverancia, estabilidad,
ponderación, meditación, pesimismo, soledad o la melancolía.
Si se asocia al frío saturnino, la sequedad marciana,
tenemos al nervioso duro, sólido como una roca: es un
ser rudo que se beneficia de un sólido equilibrio por
el dominio de los sentimientos y la firmeza de carácter:
aplomo, sangre fría, robustez, disciplina, obstinación,
densidad, fijeza.
Dos
tipos se presentan: el ambicioso: Naturaleza caracterizada
por una áspera afirmación del Yo al servicio de una
voluntad de poder o de un orgullo impregnado de necesidad
del dominio. Arrivista o ambicioso, su líbido posee
una gran sed de elevación. Existen posibilidades de
que se alce a la cumbre por su silenciosa y paciente
obstinación, su previsión, su larga premeditación, su
lucidez, su voluntad bien encauzada; también llega a
ella a través de un frío cálculo y una habilidad diplomática
a la manera de una lama de acero, así como por su indomable
carácter o su dureza de granito.
El Desapegado: Su líbido se desapega del mundo terrestre,
de los deseos y posesiones materiales; toma el camino
del desprendimiento. Se trata, a veces, de una ambición
inhibida, revelada por una humildad exagerada, un desinterés
excesivo, tormentos morales y escrúpulos dolorosos.
Se trata, también, en este caso, de una ambición, pero
es moral, tendida hacia una elevación espiritual: ascesis,
contemplación, meditación o consagración total de sí
mismo a los demás o a una vida impersonal entregada
a una gran obra, sobre áridas pendientes que conducen
a cimas luminosas.
Corresponde a la décima casa del Zodiaco, la de la autonomía
y del éxito social. El Capricornio puede llegar a sacrificar
mucho de sí mismo -y de los demas- con tal de satisfacer
su propia ambición. Opuesto a Cáncer, cuarto signo del
Zodíaco, que representa la madre y los orígenes, este
signo invernal no concede la menor debilidad ni nostalgia.
Para él, en oposición a la ternura de Cáncer, el pasado
no puede estar presente, ya que le obstaculizaría su
caminar inexorable, que debe conducirle a su meta, incluso
si ésta fuera una meta llena de soledad. La escasez
de ilusiones produce un carácter oscuro, pesimista,
aunque ni mucho menos pasivo frente a los obstáculos
de cualquier tipo. Su caracteristica principal es quizá
la indiferencia, que le hace posible proseguir su largo
camino hacia la meta trazada sin dejarse influenciar
por los demás. La exaltación de Marte le confiere una
agresividad extremadamente controlada, que siempre da
en el blanco.
En el plano de las relaciones sociales y afectivas la
frialdad de Capricornio puede crearle problemas. El
control, la racionalidad y la desconfianza dominan su
vida afectiva. Las grandes pasiones están absolutamente
excluidas: por este motivo sólo después de haber valorado
todos los aspectos de una relación sentimental Capricornio
se siente preparado para tomar la gran decisión de unirse
a una persona, a quien proporcionará casi siempre estabilidad
y seguridad material, pero muy poco de si mismo. Este
signo es más capaz que cualquier otro de sostenerse
sobre sus propias piernas sin necesidad de ayuda. Ama
la soledad y es indiferente a las comodidades, ya que
se contenta con poco, siendo a menudo un gran ahorrador,
El Capricornio realiza más cosas a partir de la segunda
mitad de su vida -y a menudo en la vejez-, ya que su
ascensión es lenta pero segura. |